jueves, 27 de noviembre de 2014

FIJI EXPERIENCE

El carácter alegre y travieso de los fiyianos me encanta. Al final ya no sé cuando están trasteando, yo creo que nunca se toman nada en serio.

El tiempo aquí no importa. Reina el relax y la tranquilidad, posiblemente determinado por su bebida tradicional, el "Kava".

A mi llegada a Fiji me desencantó un poco y desbarató mi imagen de Fiji tipo Maldivas y atolones de arena blanca... Es cierto, lo había idealizado de esta manera y la verdad que lo que ví no se correspondía a mi imaginación (o eso pensé al principio).

Desde Robinson Crusoe Island.
La vida transcurre muchísimo más tranquila aquí. Pienso, debe parecer más larga.
Los fiyianos son tan amables y risueños, me han sorprendido muy agradablemente.
Las estrellas brillan intensamente, es una pasada ver el cielo tan bonito.
Pienso si mi aitite estará en alguna de ellas y deseo con todas mis ganas llegar hasta donde él algún día.

Llegué hasta aquí entre la confusión de la agencia y el plan contratado. Nadie vino a buscarme al aeropuerto, estoy acostumbrada a esto y no a lo contrario así que esperé durante una hora a que alguien me reclamase... Jajaja como si fuese una maleta. Pero no, así que empecé a mover el culo ya que quería empezar a disfrutar desde ya de Fiji. Pregunté a varias personas del aeropuerto, mostrando el único papel que contenía información sobre mi viaje. Al final un hombre hizo varias llamadas y me dijo que me llevaba él hasta el barco dirección Robinson Crusoe Island. Vale, vamos. Una vez en su coche particular y ya en marcha me entró una mosca... Pregunté ¿cuánto me va a costar esto? Y tranquilamente me dijo $170 fiyianos pero te puedo hacer un descuento ¿¿cómo?? ¿¿Qué qué?? No no señor, yo tengo mi transporte incluido en mi viaje, no voy a pagar esa locura, ni eso ni nada, la verdad, así que ya puedes llamar donde tengas que llamar a ver quién se va a hacer responsable de esto. Así fue que empezó a mostrar más atención y a llamar varias veces a mi isla y ellos devolvían la llamada más tarde hasta que finalmente me pasó la llamada, al otro lado una señorita me decía que si estaba segura haber reservado mi estancia en Robinson Crusoe para ese día, yo que sé, no estoy acostumbrada a comprar packs de este tipo, pero sí, eso pone en mi papel, que allí voy, ¿si no lo sabéis vosotros? Pero vamos, que lo que está claro es que mi transporte está incluido en el viaje y traía muy poco dinero y que no y que no iba a pagarle nada a este señor que me estaba llevando. La señorita muy amable me dijo que por favor le pagase $120 fiyianos al taxista y en cuanto llegase a la isla me lo devolvería ella misma, ¿estás segura? ¿Cómo te llamas? Apunté su nombre y decidí fiarme de ella, ¿para eso viajamos también no? Para poder confiar en las personas que nos encontramos, de otra forma, me quedaría en casa. Llegué a la isla tal como me dijo la chica me devolvió mis $120 y me dieron una calurosa bienvenida con un grupito de fiyianos tocando la guitarra y cantando. Fue estupendo, además yo había contratado mi estancia en un dormitorio compartido pero me dieron un bungalow para mi sola súper mono. Después de la cena y de unas cuantas dosis de Kava sentí como mi cuerpo se iba adaptando al ritmo pausado de la isla y comencé a disfrutar del relax.
¡Esa noche dormí 11 horas! ¡Joder con el Kava! Quiero más de esa mierda que sabe fatal jajaja

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